lunes, 21 de diciembre de 2015

La emoción de verte


Tengo un palpito fuerte cuando voy a verte,
sudo mientras los pulmones juegan a orgasmos obligados,
siento un frío en el pecho, si! ese que al tomar mucho aire te coloca,
una pared en el abdomen.

Tengo ganas de verte,
hoy de nuevo calculé mal los tiempos,
eres mi prioridad en el momento,
pero hace unas horas me convencía,
de que mi imaginario tiempo no me  fallaría.

Donde estas? Te fuiste? Te he fallado de nuevo?
No te vayas, hay mucho de qué hablar.

No te encuentro, es como si te hice adrede el desvanecimiento

Bueno..., ya espere suficiente, que hago? Me voy?

Suspiro y ya me doy por vencido,
pensando, qué ganas tan fuertes de verte.

Sentimiento para malo

Comienzo a caminar,
alejándome de nuestro punto de encuentro.

Adiós! perdóname de nuevo... Per... Hola
aquí estuviste todo el tiempo? ja! No te vi... jaja, 
claro que llegue a la hora, pero no te vi.

Vamos? Caminamos? ....

Te amo

Impotencia

la impotencia da dolor,
la impotencia da miedo,
la amargura da recuerdos,
de ti y sin ti me pierdo

imaginarme que imaginas,
besarte en el centro de la espalda,
aunque sea doloroso, el no hacerlo

una espina encajada el dedo,
un golpe que trae el dolor de otros pasados,
se unen todos para recordarme,
que difícil es amar

hoy te pienso, te miro y olvido lo malo,
lo que me trae el dolor de haberte perdido


lunes, 20 de abril de 2015

El miedo, la ecuación y la gota salada

A veces me pierdo,
me busco en valles oscuros, 
pero no veo nada. 

Camino sobre el lodo, 
despacio pero seguro, 
hasta que llego a un hueco,
comienzo a caer sin sentir el final, 
de repente ¡PLUM! siento la caída, 
me quiebro unos huesos y me desmayo.

Pude haber detenido ese momento? 
me refiero a si pude evitarlo? 
creo que si, ¡NO! - Se que si! 

El cuento: 
Cuando caminaba sentí el lodo,
moviéndose poco a poco, 
el sonido del ambiente fue cambiando a uno mas amplio, 
las ondas de sonido ya no rebotaban al frente, 
se perdían en una oscuridad sonora, 
pero si, si, SI! 
me confíe y pensé que no volvería a caer, pero, 
acaso no tenia historia? 
o la intuición no me lo advirtió?

El problema: 
me aferro a la aventura, 
aquella de mis veintes, 
por la seguridad de un paso fuerte y tranquilo, 
tratando de doblegar el destino, 
siempre persiguiendo fantasmas.

La solución: 
no buscarme, 
no encontrarme, 
no sentirme en otras aves, 
ni volar con ellas, 
la mayoría vuelan muy bajo o alto, 
pero no a la altura de mis necesidades, 
entonces termino de nuevo caminando sobre el lodo, 
si, de nuevo en el valle, 
me reviento la columna, 
mi sangre la siento correr, 
sin embargo no es ese dolor el que me molesta, 
es al estúpido recuerdo de haberlo sabido.

El atajo: 
No existe, 
es destino permanente, 
nada oculto, 
serpiente sigilosa y maldita que me confunde, 
no hay un camino corto, 
el corto es relativo al largo y da siempre la tangente. 

La estúpida suma, 
la cabróna división y la, si, SI! la puta resta, 
nada es igual a nada, 
siempre una ecuación,
en la que la matemática es la única que no se equivoca. 

Entonces me acusan de calculadora, 
como que si fuera una maquina que no sangra
y de nuevo la gota salada.

Esa gota salada tan grande y tan gorda, 
como que si no me hubiese asqueado ya, 
la gordura de los sentimientos perdidos 
en aquel infinito recuerdo de levantarme y volver a caer...

... pero, ahí vamos de nuevo, 
es simple, comenzamos con miedo, 
luego tenemos la ecuación y de ultimo? 
la gota salada y la coña bien saldada, 
no jodas!